miércoles, 22 de octubre de 2008

el parchís, los técnicos y el amor




Todavía tengo reventaos los huesos del match de ayer. Este hombre me mata. Cuando no tiene con quien jugar me llama a mí. No sé si lo he contado, ya se me olvidan las cosas, pero es que a ÉL le encanta el tenis. Sí. Desde hace ya unos años le gusta mucho practicar, ver y seguir. Se ha hecho un fiebre del arte de la raqueta cómo ÉL lo llama. Casi siempre juega con amigos e incluso con jugadores muy buenos. Pero hay días cómo ayer que tenía ganas de jugar y cómo no encontró a nadie mejor pues allí estaba la Mary, o sea yo misma. Cuando se le antoja y no puede venir nadie o  quiere ganar, me llama a mí. Siempre pierdo. Bueno una vez le gané, ÉL dice que fue trampa, pero gané 4 -2. Tenemos un pacto, cada vez que me obliga a jugar luego ÉL me debe una partida de parchís. Antes de jugar a la rqueta el único deporte que hacía era el parchís, pero fue descubrir el dichoso tenis y dejar de gustarle el parchís. Todavía le gusta pero menos. Yo un día le dije que si quería jugábamos al parchís  con ropa de deporte a ver si así le volvía a coger afición. Pero nada, ya no le gusta como antes que nos tirábamos partidas de horas y horas. Siempre nos apostamos lo mismo, o garbanzos o monedas antiguas de peseta. Luego por supuesto los garbanzos o las pesetas las cambiamos por objetos más valiosos. ÉL me pide caprichos culinarios (A veces me toca ir a Fuenlabrada a la tienda de uno de mi pueblo que trae chorizos del pueblo) y yo le pido autógrafos de técnicos famosos.  No de artistas, actores y ese mundo del faranduleo. No. Yo le pido de currantes artistas que también trabajan en las películas pero que nadie sabe quien son. Por ejemplo tengo un autógrafo de la peluquera de Nicole Kidman en Las Mujeres Perfectas. O de la scrip de los hermanos Coen. El último que le pedí  fue el del pintor que pintó ese suelo tan bonito por donde pisa Cate Blanchett en Elizabeth la edad de oro.  Yo valoro en su justa medida el trabajo de los técnicos y para mí vale mucho, muchísimo, un autógrafo de alguien que sin conocerlo la gente es también un pedazo de artista, porque sin él o ella la película no hubiera salido cómo ha salido. Yo no soy mitómana soy tecnómana. ¡Vivan los técnicos! . Tengo ya una buena colección. Me falta uno que llevo pidiéndoselo desde hace ya unos años y no hay forma. El del tío que decoró/diseñó en Pulp Fiction  el water del hotel donde la Thurman se mete to por la nariz. Qué baño más bonito y que espejo más bien elegido, que por supuesto condiciona toda la película. Pues no hay forma de conseguir el autógrafo de ese tío, nadie sabe donde está. Cada vez que ÉL se va a America se lo recuerdo, y nada. Dice que nadie sabe donde está ni siquiera Tarantino. Que una vez llamó por teléfono aquí para hablar con ÉL y yo aproveche y se lo dije "See you Mr Quentin, I liked the water from the hotel where Uma gets coca by the nose. Huh could you please tell Mr Quentin sign an autograph to me the artist who decorated this wonderful water?". Y le dijo a ÉL que me dijera, cuando se enteró de lo que yo quería, que nadie sabía nada de ese muchacho, pero que muchas gracias y que si sólo me había gustado eso de la película. Pues sí. Vamos, no se lo dije pero es así. La violencia por la violencia, no me gusta. Si hay amor del de verdad, sí. El amor lo justifica todo. (OS PONGO EL PARCHÍS CON EL QUE JUGAMOS, LO HE BORDADO YO. UNA FOTO DE MI TENISTA FAVORITO, ANCIC SE LLAMA. Y ESE SUELO TAN HERMOSO POR DONDE PISABA CATE EN LA PELI DE  ELIZAETH. TENGO UNA AUTÓGRAFO DEL PINTOR QUE LO PINTÓ, SE LLAMA PAUL RYSTUM.)

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